"La situación de Venezuela es fuerte, hay corredores que lo han dejado porque no pueden comprar ni zapatillas"
Samuel Dávila tiene 26 años, aterrizó en el Alt Empordà hace medio año procedente de Venezuela y su sueño es llegar a ser corredor profesional
LLUIS RIBERA 09/01/2018 | 09:59
Dávila, tras ganar la Pisa Garrotxa ALBA DANES
La crisis que vive Venezuela desde hace meses fue uno de los motivos por los que el corredor Samuel Dávila decidió hacer las maletas hacia Europa. Así, en agosto de 2017, el destino que escogió fue Figueres porque tenía dos amigos, que le acogieron en su casa. Huyó acompañado de su hermano Jhackson, que ahora vive en Alicante. Medio año después de aterrizar en el Alt Empordà, Dávila ya tiene todos los papeles regularizados para empezar a trabajar y, a la espera de encontrar trabajo, su vida giró en torno del deporte. Ser corredor de montaña profesional es su sueño y después de encontrar un equipo, Sport HG, que le proporciona la ropa, ahora tiene la intención de captar algún patrocinador. Sus resultados, aval. Desde que ha llegado a tierras catalanas ha ganado carreras de ámbito comarcal y provincial como la Pisa Garrotxa,
"La situación de Venezuela es bastante fuerte, me fui también en busca de mi sueño como deportista. En España creía que tendría más oportunidades y he visto que sí, he conseguido más de lo que habría tenido en Venezuela, allí hay corredores que lo han dejado porque no tienen dinero ni para comprar zapatillas, es triste, pero es la realidad ", comenta Dávila. En Venezuela, más concretamente en la región de Trujillo, comenzó a correr con cinco años y luego se trasladó a Mérida para estudiar la licenciatura de Educación Física.
Aquí, entrena "entre tres y cuatro horas al día, pero depende, hay que son más largos, de seis horas, o más cortos, de hora y media". De entre sus destinos para correr se mueve en tres puntos: "Conozco poco la zona, pero voy mucho por la zona del Castillo de San Fernando y también he ido por Sant Pere de Rodes y la Salud de Terrades. Me gusta bastante porque se trabaja muy bien el hecho de subir y bajar, en Venezuela la diferencia es que las montañas allí no son tan rotas, hay una subida y una bajada ".
Desde que está en el Empordà, hay otros dos detalles que también le han sorprendido: "Hay cuatro estaciones, en Venezuela sólo hay verano e invierno, ahora sólo me falta por conocer la primavera, los paisajes también son diferentes. Y los pasos de cebra, allí no hay, sólo te guías por los semáforos; me parece muy bonito, es una forma de respetar y valorar el peatón ".
Correr por los Pirineos y en Italia
Estando ya en Figueres, sufrió uno de los golpes más duros, la muerte de su padre, hace tres meses, víctima de un cáncer. Los altos precios de los billetes de avión, juntado a los pocos recursos de que dispone, van impedirle poder volver a Venezuela a estar al lado de la familia. "Fue doloroso, me tuve que resignarse, pero eso también me hizo más fuerte y mi padre me sirvió de inspiración para correr los últimos kilómetros de la Pisa Garrotxa y poder dedicarle el triunfo", recuerda con nostalgia.
Su estancia en Figueres no tiene una duración concreta y explica que le gustaría "conocer los Pirineos y correr alguna carrera de Italia. Depende del dinero, de si encuentro patrocinadores y otros factores. Mi sueño es encontrar un mayor nivel, correr con los mejores del mundo y vivir de este deporte. El tiempo lo dirá, de momento estoy muy concentrado y entrenando, todo está en la disciplina, es la madre del éxito ".
Mientras recorre el camino de la victoria, en este inicio de 2018 participará en la Media Maratón de l'Albera, de Llançà, este domingo (21 km), y en la Transgrancanaria (64 km). En el punto de mira tiene el Mundial que se celebrará en la Penyagolosa (Castellón), las siete pruebas del Campeonato de España y el Maratón de Zegama, en el País Vasco. http://www.emporda.info/esports/2018/01/09/situacio-venecuela-forta-hi-ha/379108.html
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