viernes, 13 de octubre de 2017

La Historia de la Tumba de los Pinos en el Cementerio Municipal

La Tumba donde están los famosos pinos del Cementerio "Divina Misericordia" de La Mesa de Esnujaque tienen una particular historia que había escuchado de boca de algunos habitantes de esta bella Comarca trujillana pero que conseguí con mas detalle en http://luiscortesriera.blogspot.com/2014_07_19_archive.html y de la cual dejo algunos extractos que nos darán luces sobre esta historia:

El Profesor Ladislao Zsarolyani Me dicen que nació en Hungría a finales de la Segunda Guerra Mundial en un campo de concentración nazi, y que por ello mostraba en su pecho un hundimiento,  producto quizás de la desnutrición que de seguro sufrió severamente allí su madre. Tan pasmosa situación explicaría por qué en su infaltable morral no faltaban, al lado de varias cajetillas de tabaco, lecturas sobre ese fenómeno del pasado siglo XX: el totalitarismo nazi fascista.

Lo otro fue su trágica muerte en 1980. Sucedió que fue a Inglaterra a realizar estudios de posgrado en historia. Como era un fumador impenitente y contumaz, una noche se quedó dormido y la colilla del cigarrillo incendió su colchón y por ello se asfixió allá en la “Pérfida Albión”. No supo cómo y de qué murió. Fue su ultimo cigarrillo.
Fue traído a Venezuela en una urna sellada y enterrado en un bello pueblo trujillano, situado a 1.740 metros sobre el nivel del mar, La Mesa de Esnujaque. ¿Cómo pudo suceder aquello tan extraordinario? Me dice Vilma Mendoza, la sempiterna secretaria del Madre Emilia, que cierta vez alquilaron un autobús para hacer un recorrido andino. Al ver aquel poblado de clima y gentes tan agradables exclamó Ladislao: “Quiero que al morir sea yo sepultado en este pueblito”. Dicen que aquella decisión la tomó porque neblina, flores y verdor de la altiplanicie cordillerana le recordaron  su natal nación magiar.


Homenaje Póstumo al Poeta esnujaquense Roberto Dávila

                                                                         
                                                                      


                                                                         DESPEDIDA

¡Qué Ironía! Siendo el mundo tan grande
mi ignorancia lo concibió tan pequeño.
tan pequeño que no tuve lugar en él
en la inmensa distancia del cielo con la tierra
y yo siendo tan pequeño
me creyeron tan grande
y sólo me dieron un pequeño espacio
para dormir para siempre, tal vez mil años
acostado boca arriba
o tal vez de lado para no causar miedo
a este mundo nada traje
pero igual nada me llevo,
llena de sueños no realizados
y entrelazando en mis manos
un puñado de obras inconclusas
y cerré mis ojos para esconder mis tristeza
cerré mi boca para no decir por qué
y me cerraron la boca con broche de oro
quisiera ver pero todo está tan oscuro
sólo veo la raíz de una cruz de piedra
testigo eterna de que yo, ya me fui
a un lugar de descanso.

Y Cuando allá despierte será para reír
contando pajaritos en árboles y arbolitos,
entonces amaré a mis peores enemigos
la coral, la cascabel y la mapanare
y sembraré muchos Cipreses y Bambúes
porque mis obras conmigo seguirán
y mis años serán como los del árbol
entonces aprenderé a perdonar
y sabré pedir perdón. Sin Embargo...
Si a alguien le hice daño le ruego me perdone
No le cobres a mis hijos...Nos veremos allá
Y los que me hicieron daño perdonados están.
Ayer vine, hoy me voy
nada traje nada me llevo

Sólo un consejo dejo:
Hagan bien y no miren a quién
que la recompensa estará en el Edén,
Siempre quise ser su servidor
y si allá nos vemos lo seré mejor
me voy sin despedirme
porque no tuve tiempo;
es que ésta vida es tan corta
comparada con la otra.

Roberto Dávila
14-10-2007
7º  30´ 25´´ 







Procesión previa a celebrarse misa de San Benito de Palermo de La Mesa de Esnujaque

 https://youtube.com/watch?v=CRRf9h27fdU&feature=shared